I. La gracia desperdiciada

Dios nos da sus gracias para que seamos santos cumpliendo una misión específica, no para desperdiciarlas y acomodarnos en la mediocridad.
Leer máss»Dios nos da sus gracias para que seamos santos cumpliendo una misión específica, no para desperdiciarlas y acomodarnos en la mediocridad.
Leer máss»Si queremos vivir siempre la voluntad de Dios nos hace falta una actitud y una manera concretas para encontrar lo que Dios quiere de nosotros cuando todo parece derrumbarse.
Leer máss»El contemplativo en el mundo no busca estar cómodamente instalado, sino que, a imagen de Cristo, anhela estar unido al Padre y ser fiel a su misión, aceptando las consecuencias de su elección.
Leer máss»El contemplativo secular no puede dejarse absorber por el mundo, para ello necesita encontrar ámbitos y momentos de profunda experiencia de soledad -desierto- que le permitan establecerse en Dios y encontrarse consigo mismo bajo la mirada de Dios para darle a su vida el sentido trascendente y redentor que tiene.
Leer máss»La santidad no es difícil si conocemos nuestra verdadera identidad sobrenatural y la misión específica que Dios nos encomienda a cada uno.
Leer máss»Al compartir la mirada de Jesús, el contemplativo experimenta el sufrimiento del Señor por la humanidad necesitada de salvación y la necesidad de colaborar con él en la obra salvadora.
Leer máss»