Retiro espiritual y desierto
Retiro espiritual
¿Qué es un retiro y cómo realizarlo?
Necesitamos dedicar periódicamente un tiempo prolongado a la oración. Ofrecemos aquí unas directrices para orientar el horario y los momentos de oración en el tiempo de retiro.
1. La búsqueda de Dios
A través del silencio y la oración podemos ir descubriendo el anhelo de Dios por nosotros, que es el motor que mueve la vida del cristiano y especialmente la del contemplativo.
2. Llamada a la transformación
Reconocemos la gracia que Dios nos concede para transformarnos interiormente; de modo que podamos acoger esa gracia y nos dejemos transformar en creaturas nuevas.
3. En el corazón de Cristo
Contemplar el corazón de Jesús es el mejor camino para identificarnos con él, entrar en la intimidad de Dios y participar de su misma vida.
4. Jesucristo, el buen pastor
Contemplar a Jesús como el buen Pastor nos ofrece la gozosa seguridad de saber que contamos con el mejor guía para el camino de la salvación.
5. Nuestra transformación en Cristo
La conversión es un proceso con un objetivo concreto: transformarnos en Cristo. Estas pistas te ayudarán a realizarlo.
6. Permanecer en Cristo
La vida cristiana sólo se puede sostener en una relación de intimidad permanente con el Señor. Se trata de entrar en la amistad con él, como don que él nos regala y al que nos llama.
7. «Aquí estoy». Firmeza y disponibilidad
El «aquí estoy» que pronuncian el Padre, el Hijo y María nos enseña a entregarnos a Dios con las mismas actitudes y con fruto semejante.
8. La simplicidad de la santidad
La santidad tiene que ser simple, porque es para todos. Dios nos ofrece un proceso concreto a través de nuestra vida real, con la única condición de abrazar la Cruz tal como aparece en nuestra vida.
9. El Espíritu Santo
Pretendemos descubrir al Espíritu Santo como persona y artífice de nuestra transformación, que nos pide que consintamos en que habite en nosotros, nos consagre totalmente a Dios y abracemos nuestra pobreza para poder acoger el amor de Dios que nos transforma en hijos de Dios en Cristo.
10. El realismo de la fe
No debemos conformarnos con tener fe y emplearla en determinados momentos. Tenemos que descubrir el salto concreto de fe que nos permite instalarnos en la fe como la única realidad.
11. ¿Por qué no soy santo?
Pretendemos evitar la visión deformada de la santidad que hace imposible que la alcancemos si no mantenemos la visión evangélica de la misma en el sano realismo que Dios nos pide.
12. La radicalidad de los santos
Descubrir la mediocridad que recorta los objetivos evangélicos según nuestras limitaciones y encontrar la ascesis necesaria para lanzarnos a la santidad.
13. Autenticidad
En un mundo marcado por la mentira hemos de descubrir que Cristo se ha consagrado para que vivamos y trasmitamos la Verdad y nos sacrifiquemos por ella.
14. La simplicidad espiritual
La santidad, por ser para todos, ha de ser simple, como simple es Dios, y sólo la alcanzaremos por el camino de la simplicidad evangélica
15. Una palanca hacia la santidad
Descubre el acto sencillo, posible y concreto que, partiendo de lo que realmente somos, nos lanza hacia la santidad a la que somos llamados por Dios.
16. Libres para ser santos
Si queremos ser santos debemos hacernos verdaderamente libres para dar el salto de la fe y del amor que nos lleva de la pobreza a la santidad.
17. El ofrecimiento en pobreza crucificada
Aceptando y ofreciendo la pobreza en cruz nos identificamos con Cristo, el Pobre Crucificado, y permitimos que nos inunde la Misericordia.
18. La gracia desperdiciada
Dios nos da sus gracias para que seamos santos cumpliendo una misión específica, no para desperdiciarlas y acomodarnos en la mediocridad.
19. Discernimiento y oración
El contemplativo tiene en la lectio divina, en la contemplación y en la adoración los medios eficaces que le permiten descubrir la voluntad de Dios a cada paso de su vida.
20. El discernimiento evangélico en los momentos críticos de la vida
Si queremos vivir siempre la voluntad de Dios nos hace falta una actitud y una manera concretas para encontrar lo que Dios quiere de nosotros cuando todo parece derrumbarse.
21. Contemplación y mundo
El contemplativo en el mundo no busca estar cómodamente instalado, sino que, a imagen de Cristo, anhela estar unido al Padre y ser fiel a su misión, aceptanto las consecuencias de su elección.
22. Misión personal e identidad sobrenatural
La santidad no es difícil si conocemos nuestra verdadera identidad sobrenatural y la misión específica que Dios nos encomienda a cada uno.
23. Anhelo apostólico
Al compartir la mirada de Jesús, el contemplativo experimenta el sufrimiento del Señor por la humanidad necesitada de salvación y la necesidad de colaborar con él en la obra salvadora.
24. La intercesión como misión del contemplativo
El contemplativo es llamado por Dios para colaborar eficazmente en la salvación del mundo con una forma peculiar de oración que implica una mirada nueva y la entrega de la vida.
25. Un singular apostolado contemplativo
El apostolado específico del contemplativo se basa en una visión clara de la voluntad de Dios que le permite colaborar con ella por medio de un salto en la fe que hace eficaz su intercesión.
26. El cristiano ante la agonía del mundo
Ante una civilización que se autodestruye, el contemplativo no sólo tiene que ser fiel a su identidad, sino dar la respuesta adecuada a la situación del mundo en que vive.
Desierto
Sólo en la soledad completa y el silencio absoluto podemos disponernos al encuentro profundo con Dios. Por eso el contemplativo secular, que vive de ese encuentro, tiene que buscar alguna vez algún período de tiempo amplio para llevar a cabo esa experiencia que llamamos desierto, aislándose materialmente del mundo y buscando una manera de encontrar un clima semejante de soledad y silencio en medio del mundo.
El desierto y el contemplativo secular
Los orantes en el desierto nos proporcionan referencias esenciales para llegar al encuentro profundo con Dios en la vida secular.
Un modelo de ejercicio de desierto: el camino del desierto
La contemplación del pueblo de Dios en su camino por el desierto nos permite vivir nuestro propio desierto con especial profundidad.