Descargar este documento en formato Pdf
Para aquellos contemplativos que deseen hacer explícita su consagración, les ofrecemos a continuación una propuesta de oración para darle forma a dicha consagración.
Bendito seas Dios, Padre misericordioso,
que en tu insondable designio de amor,
y por medio del Espíritu Santo,
te has dignado unirme a tu Hijo Jesucristo
por una especial participación de su cruz,
para identificarme con él
y asociarme a su obra redentora.
Movido por tu infinita misericordia,
me consagro a ti
y te entrego mi vida
como ofrenda de amor y adoración.
Y a ejemplo de María de Nazaret y con ella
me pongo incondicionalmente en tus manos
y me someto en todo a tu voluntad.
Tú, Padre, que me has colmado
de la dulzura de tu bondad,
acepta la ofrenda de todo lo que soy y tengo,
y haz que me consuma en el amor
que tu Espíritu ha infundido en mí;
para que mi vida, entregada con la de tu Hijo,
refleje siempre tu gloria a los hombres,
sirva de consuelo y reparación
al Corazón de Cristo,
y coopere eficazmente
a la santificación de tu Iglesia
y a la salvación del mundo.
Amén.