Eloi Leclerc, Sabiduría de un pobre,
Madrid 2018 (Encuentro), 118 pgs1.
No falta quien ha calificado este libro de «clásico» y «joya» de la literatura espiritual. De forma novelada, pero con una profunda conexión con el espíritu del pobre de Asís, el libro describe los últimos años de san Francisco que supusieron la culminación de su abrazo a la pobreza y a la cruz.
La sencillez y belleza de estas páginas, tan acordes con el espíritu franciscano, nos permiten rastrear en el corazón del hermano de Asís y descubrir su alma en el momento de llegar hasta el final en su identificación con Cristo pobre. Así aprendemos que la pobreza verdadera no tiene nada que ver con la imagen poética y bucólica que nos forjamos, sino con la recia purificación y despojo que sufrió Francisco en la gravísima crisis que sacudió a la Orden recién fundada por él y que él vivió de forma extremadamente dolorosa.
Seguir a Cristo con los pies descalzos, vestido con una sola túnica, sin bastón, sin bolsa, sin provisiones, era ya algo, desde luego. Pero no era más que un comienzo, un ponerse en camino. Era preciso seguir hasta el fin. Y, como él, dejarse conducir por Dios a través de un abismo de abandono y gustar, en una soledad atroz, la áspera muerte del Hijo del hombre.
El sentimiento de fracaso en lo más querido por él le llevó a desposeerse de sí mismo de forma completa y definitiva, alcanzando así la verdadera pobreza por medio de la purificación y la prueba de la fe. El sufrimiento del santo desembocará en la paz y la alegría del que acepta la cruz y servirá de modelo de la verdadera pobreza, que está al alcance de todos los que quieran seguir a Cristo pobre negándose a sí mismos y abrazando la cruz. Este proceso de san Francisco que le llevó del sufrimiento a la paz, de la oscuridad a la luz, de las limitaciones de la vida a la vida en plenitud, es especialmente luminoso para el tiempo que nos ha tocado vivir.
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